¿Qué sucede si una comunidad de vecinos decide compartir WiFi? En esta entrada te explicamos todos los detalles de esta situación.
Por norma general, cada propietario de una vivienda en una comunidad de vecinos utiliza un servicio de conexión a internet al que paga. Desafortunadamente, también por lo habitual, hay algún vecino más avezado y caradura que otro que decide disfrutar del bien ajeno y robar wifi. A estos campeones ya le dedicaremos en este blog otro post más extenso.
Existe otra alternativa que no es tan frecuente y muchos tienen duda al respecto en la que una comunidad de vecinos decide compartir WiFi y repartir los costes del servicio de internet. La gran cuestión sobre este tema es: ¿se trata de una práctica legal?
¿Es legal compartir WiFi entre vecinos?
Atendiendo las consideraciones del Consejo de la CMT, en el caso de compartir conexión a internet en el marco de una comunidad de vecinos no implica la inscripción obligatoria en el Registro de Operadores de la CMT. Por tanto, en un principio se trata de una práctica legal. Ahora vienen los peros.
En la resolución dada por la CMT sobre este tema, se contemplan puntos como que esta conexión no debe ser abierta al público general, por lo que el número de usuarios no será masivo. Otro punto importante es que los vecinos que abonen los costes de esta conexión, tanto los de su instalación como los de su mantenimiento, sin ánimo de lucro. En último lugar, los propietarios no podrán prestar atención al cliente ni servicio de acceso a terceros.
Es decir, basándonos en estos supuestos y en la resolución dada por la CMT, no existe ningún problema a la hora de aprobar a la contratación y uso compartido de una conexión WiFi por parte de una comunidad de vecinos. En otras palabras, compartir WiFi entre vecinos es completamente legal. La conexión podrá ser redistribuida desde el punto de acceso origen a través de una instalación sencilla con puntos de acceso adicionales a la red WiFi.
¿Cómo se instala una red WiFi compartida?
Para obtener una red WiFi compartida entre vecinos es tan simple como contratar los servicios de acceso a internet a título de una comunidad de propietarios, instalando el punto de acceso principal en alguna zona comunitaria. Utilizando un PLC conectado por Ethernet al punto de acceso origen, la señal es distribuida en la red eléctrica comunitaria con el número de PLCs que se consideren, sin que se vea afectada la estabilidad y velocidad de la conexión.
De igual modo, se pueden instalar repetidores WiFi que sean capaces de mantener la velocidad origen de la conexión sin que se vea afectada.
Inconvenientes de compartir WiFi entre vecinos
El problema principal parte de los aspectos relativos a la seguridad de la red. Se tratan de los riesgos propios de conectarse a una red local que cuente con distintos usuarios. Si se produce una configuración de la red con baja seguridad muy probablemente existan problemas con la privacidad. El caso más extremo se produciría en el caso de no configurarse una contraseña de acceso, y en cualquier caso se recomienda el cifrado de conexión que no sea WEP.
Otro problema importante de compartir WiFi consiste en la velocidad de la conexión, ya que dependiendo de la cantidad de usuarios conectados se puede ver mermada la velocidad contratada. Si se contrata una conexión de Fibra óptica, estos problemas serán menores, al reducir los problemas de pérdida de velocidad y similares. Una opción interesante para tener una aproximación de la velocidad de conexión será dividir los megas contratados entre el número de viviendas.